• info@whip.mx
  • (33) 3630.2942
Los cambios en estrategias de negocio, modelos operativos y gestión de talento han provocado la tormenta perfecta para el agotamiento extremo entre quienes desempeñan roles de mando medio en las empresas, personas que se encuentran entre las exigencias de la organización y las expectativas de los empleados.

Es una bomba de tiempo, una crisis es silenciosa, pero pronto podría generar mucho ruido. La presión que viven los jefes y gerentes en el contexto pospandemia los posiciona en la actualidad como los más propensos al burnout, a desconectarse del trabajo y a renunciar a su empleo, de acuerdo con Gallup.

“Ser jefe generalmente tiene sus ventajas. Desafortunadamente, hoy en día es sólo un trabajo arduo”, advierte la firma.
¿Cómo hemos llegado a esto? Tras el impacto de la pandemia y en un escenario de grandes presiones económicas globales, las empresas comenzaron a buscar nuevas estrategias comerciales, de operación y de gestión de talento para adaptarse a los cambios provocados por la Covid-19. En medio de estas transformaciones, quienes ocupan posiciones de jefatura o gerencia han recibido la mayor presión al actuar como un intermediario entre el liderazgo y los empleados.

“Esto significa que a menudo están atrapados entre las expectativas de los empleados y los líderes. En tiempos de cambio, esa es una receta para el agotamiento”, señala la firma.
Según la investigación de Gallup, el 64% de los jefes en mandos medios reconoce que este año sus colaboradores han recibido responsabilidades adicionales; un 51% asegura que hubo una reestructura en los equipos; otro 42% destaca que han enfrentado recortes presupuestales como parte de los cambios organizacionales.

“Los gerentes ahora tienen más trabajo que hacer con un presupuesto más ajustado y nuevos equipos. La incertidumbre económica ha provocado temores de despidos en algunas industrias. Si bien sólo el 12% de los líderes y gerentes informa que su empresa reducirá su fuerza laboral en 2023, industrias específicas como las de tecnología y de finanzas se han visto afectadas de manera desproporcionada por despidos a tasas superiores al promedio nacional”, expresaron los especialistas de Gallup Ben Wigert, director de Investigación y Estrategia de Gestión del Lugar de Trabajo, y Heather Barret, consultora senior, en un artículo.
Los jefes de mando medio han dado la cara frente a los empleados con niveles de insatisfacción elevados. En este renglón de la ocupación, el compromiso laboral ha venido en descenso en los últimos años, pasando de un máximo de 38% de las personas en estas posiciones en 2020 a 31% en 2023.

En tanto, la proporción de personas en jefaturas y gerencias que está en búsqueda activa de otro empleo pasó de 45 a 55% entre 2020 y 2023. Esto puede ser un reflejo de que cada vez menos personas en estas posiciones sienten que su organización está preocupada por su bienestar, universo que se redujo de 47 a 22% en el mismo tiempo.

“Si bien mantener trabajadores de calidad es parte del trabajo de un gerente, ellos mismos sienten la misma falta de desarrollo y apoyo al bienestar que aquellos a quienes intentan retener”, destaca.

Además, en un entono de trabajo remoto, las personas con estos cargos han tenido que adaptarse a nuevas maneras de coordinarse y a la cultura del teletrabajo. “Los gerentes a menudo se ven atrapados entre hacer cumplir reglas que respaldan el éxito del equipo y abordar la autonomía desenfrenada que los empleados frecuentemente desean”.

El gran agobio de los mandos medios frente a la ola de cambios en el mundo del trabajo y las nuevas expectativas de los empleados, ha sido alertado frecuentemente en los últimos dos años. En 2022, el Índice de Tendencia Laboral de Microsoft WorLab reveló que el 74% de las personas en puestos de jefatura no tiene la influencia o los recursos para hacer cambios en favor de sus equipos de trabajo.

Todo este escenario puede traducirse una fuga de talento a nivel gerencial. El Workforce Institute de UKG advierte que el 46% de los gerentes de nivel medio podrían dejar su trabajo en los próximos 12 meses, porque están experimentando demasiado estrés laboral.

“Ser un mando medio es uno de los trabajos más duros que existen. Son las personas responsables de impulsar los resultados, aplicar nuevas políticas e inspirar a su equipo”, indica el Workforce Institute en su informe Salud mental en el trabajo: Líderes y dinero.

“Ya no quiero trabajar”, es una frase con la que está de acuerdo el 33% de los líderes encuestados. Además, un 42% de los jefes reconoce que su principal fuente de estrés laboral es la exigencia que se tiene sobre ellos mismos.
¿Cómo cambiar el panorama? De acuerdo con Gallup, el nivel de presión que experimentan los mandos medios puede disminuir si las empresas se enfocan en cuatro aspectos:

Comunicación: Sólo tres de cada 10 gerentes opinan que su supervisor lo mantiene informado de lo que sucede en la empresa. De esta manera, mejorar la comunicación a este nivel puede ayudar a que los mandos medios informen de mejor manera las prioridades al equipo de trabajo.
Capacitación: Sólo el 48% de los gerentes considera que tienen las habilidades necesarias para ser excepciones en su trabajo. Las compañías no le están enseñando a los gerentes a tener conversaciones significativas con la frecuencia adecuada con sus equipos, además, es baja la capacitación sobre las mejores prácticas en materia de compromiso de los empleados y desarrollo del desempeño.

Mentoría: Para reducir el nivel de agotamiento, Gallup recomienda conversaciones significativas con los gerentes. Tal como son necesarios estos espacios con los empleados, los mandos medios necesitan sentir que sus líderes se preocupan y que reciben un desarrollo continuo en sus carreras mientras equilibran su bienestar personal.


Comunidad: “Si bien el trabajo de los gerentes es crear una comunidad productiva dentro de su equipo, también son parte de su propia comunidad de gerentes. Las interacciones frecuentes entre pares mejoran la colaboración, la coordinación, el intercambio de mejores prácticas, el asesoramiento de liderazgo y el apoyo emocional”, subraya la firma.
“Ser gerente debería ser profundamente gratificante. Los mejores gerentes construyen relaciones positivas con los miembros de su equipo y disfrutan viéndolos desarrollarse y crecer en sus carreras”, destaca Gallup.

Sin embargo, y pese a las ventajas y lo gratificante que puedan ser estos roles, los cambios empresariales y en los modelos de trabajo experimentados intensamente durante los últimos años han generado un sentimiento de aislamiento y desconexión entre las personas en mandos medios.