Los cambios en estrategias de negocio, modelos operativos y gestión
de talento han provocado la tormenta perfecta para el agotamiento
extremo entre quienes desempeñan roles de mando medio en las empresas,
personas que se encuentran entre las exigencias de la organización y las
expectativas de los empleados.
Es
una bomba de tiempo, una crisis es silenciosa, pero pronto podría
generar mucho ruido. La presión que viven los jefes y gerentes en el
contexto pospandemia los posiciona en la actualidad como los más
propensos al burnout, a desconectarse del trabajo y a renunciar a su
empleo, de acuerdo con Gallup.
“Ser jefe generalmente tiene sus ventajas. Desafortunadamente, hoy en día es sólo un trabajo arduo”, advierte la firma.
¿Cómo
hemos llegado a esto? Tras el impacto de la pandemia y en un escenario
de grandes presiones económicas globales, las empresas comenzaron a
buscar nuevas estrategias comerciales, de operación y de gestión de
talento para adaptarse a los cambios provocados por la Covid-19. En
medio de estas transformaciones, quienes ocupan posiciones de jefatura o
gerencia han recibido la mayor presión al actuar como un intermediario
entre el liderazgo y los empleados.
“Esto significa que a menudo
están atrapados entre las expectativas de los empleados y los líderes.
En tiempos de cambio, esa es una receta para el agotamiento”, señala la
firma.
Según la investigación de Gallup, el 64% de los jefes en
mandos medios reconoce que este año sus colaboradores han recibido
responsabilidades adicionales; un 51% asegura que hubo una reestructura
en los equipos; otro 42% destaca que han enfrentado recortes
presupuestales como parte de los cambios organizacionales.
“Los
gerentes ahora tienen más trabajo que hacer con un presupuesto más
ajustado y nuevos equipos. La incertidumbre económica ha provocado
temores de despidos en algunas industrias. Si bien sólo el 12% de los
líderes y gerentes informa que su empresa reducirá su fuerza laboral en
2023, industrias específicas como las de tecnología y de finanzas se han
visto afectadas de manera desproporcionada por despidos a tasas
superiores al promedio nacional”, expresaron los especialistas de Gallup
Ben Wigert, director de Investigación y Estrategia de Gestión del Lugar
de Trabajo, y Heather Barret, consultora senior, en un artículo.
Los
jefes de mando medio han dado la cara frente a los empleados con
niveles de insatisfacción elevados. En este renglón de la ocupación, el
compromiso laboral ha venido en descenso en los últimos años, pasando de
un máximo de 38% de las personas en estas posiciones en 2020 a 31% en
2023.
En tanto, la proporción de personas en jefaturas y gerencias
que está en búsqueda activa de otro empleo pasó de 45 a 55% entre 2020 y
2023. Esto puede ser un reflejo de que cada vez menos personas en estas
posiciones sienten que su organización está preocupada por su
bienestar, universo que se redujo de 47 a 22% en el mismo tiempo.
“Si
bien mantener trabajadores de calidad es parte del trabajo de un
gerente, ellos mismos sienten la misma falta de desarrollo y apoyo al
bienestar que aquellos a quienes intentan retener”, destaca.
Además,
en un entono de trabajo remoto, las personas con estos cargos han
tenido que adaptarse a nuevas maneras de coordinarse y a la cultura del
teletrabajo. “Los gerentes a menudo se ven atrapados entre hacer cumplir
reglas que respaldan el éxito del equipo y abordar la autonomía
desenfrenada que los empleados frecuentemente desean”.
El gran
agobio de los mandos medios frente a la ola de cambios en el mundo del
trabajo y las nuevas expectativas de los empleados, ha sido alertado
frecuentemente en los últimos dos años. En 2022, el Índice de Tendencia
Laboral de Microsoft WorLab reveló que el 74% de las personas en puestos
de jefatura no tiene la influencia o los recursos para hacer cambios en
favor de sus equipos de trabajo.
Todo este escenario puede
traducirse una fuga de talento a nivel gerencial. El Workforce Institute
de UKG advierte que el 46% de los gerentes de nivel medio podrían dejar
su trabajo en los próximos 12 meses, porque están experimentando
demasiado estrés laboral.
“Ser un mando medio es uno de los
trabajos más duros que existen. Son las personas responsables de
impulsar los resultados, aplicar nuevas políticas e inspirar a su
equipo”, indica el Workforce Institute en su informe Salud mental en el
trabajo: Líderes y dinero.
“Ya no quiero trabajar”, es una frase
con la que está de acuerdo el 33% de los líderes encuestados. Además, un
42% de los jefes reconoce que su principal fuente de estrés laboral es
la exigencia que se tiene sobre ellos mismos.
¿Cómo cambiar el panorama? De
acuerdo con Gallup, el nivel de presión que experimentan los mandos
medios puede disminuir si las empresas se enfocan en cuatro aspectos:
Comunicación:
Sólo tres de cada 10 gerentes opinan que su supervisor lo mantiene
informado de lo que sucede en la empresa. De esta manera, mejorar la
comunicación a este nivel puede ayudar a que los mandos medios informen
de mejor manera las prioridades al equipo de trabajo.
Capacitación:
Sólo el 48% de los gerentes considera que tienen las habilidades
necesarias para ser excepciones en su trabajo. Las compañías no le están
enseñando a los gerentes a tener conversaciones significativas con la
frecuencia adecuada con sus equipos, además, es baja la capacitación
sobre las mejores prácticas en materia de compromiso de los empleados y
desarrollo del desempeño.
Mentoría: Para reducir
el nivel de agotamiento, Gallup recomienda conversaciones significativas
con los gerentes. Tal como son necesarios estos espacios con los
empleados, los mandos medios necesitan sentir que sus líderes se
preocupan y que reciben un desarrollo continuo en sus carreras mientras
equilibran su bienestar personal.
Comunidad: “Si
bien el trabajo de los gerentes es crear una comunidad productiva dentro
de su equipo, también son parte de su propia comunidad de gerentes. Las
interacciones frecuentes entre pares mejoran la colaboración, la
coordinación, el intercambio de mejores prácticas, el asesoramiento de
liderazgo y el apoyo emocional”, subraya la firma.
“Ser gerente
debería ser profundamente gratificante. Los mejores gerentes construyen
relaciones positivas con los miembros de su equipo y disfrutan viéndolos
desarrollarse y crecer en sus carreras”, destaca Gallup.
Sin
embargo, y pese a las ventajas y lo gratificante que puedan ser estos
roles, los cambios empresariales y en los modelos de trabajo
experimentados intensamente durante los últimos años han generado un
sentimiento de aislamiento y desconexión entre las personas en mandos
medios.