Si eres como yo, es posible que experimentes una leve parálisis de análisis al elegir qué pedir de un extenso menú.
Soy tan indeciso que a menudo el camarero tiene que regresar unos minutos después de tomar el pedido de los demás para finalmente escuchar el mío.
Muchas de las opciones parecen buenas, pero al intentar asegurarme de seleccionar lo mejor de lo mejor, corro el riesgo de perderme algo por completo.
Incluso antes de que internet trajera opciones de consumo sin precedentes directamente a nuestros hogares y a los teléfonos en las palmas de nuestras manos, la elección fue vista durante mucho tiempo como la fuerza impulsora del capitalismo.
La capacidad de los consumidores para elegir entre proveedores de productos y servicios que compiten entre sí dicta qué empresas prosperan y cuáles mueren, o al menos eso es lo que se cree desde hace mucho tiempo.
El entorno competitivo generado por la libre elección de los consumidores supuestamente impulsa la innovación y la eficiencia, brindando una mejor experiencia general al consumidor.
Sin embargo, teóricos más recientes han sugerido que una mayor variedad de opciones puede inducir una variedad de ansiedades en los consumidores, desde el miedo a perderse una mejor oportunidad, hasta la pérdida de presencia en una actividad elegida (pensar "¿por qué estoy haciendo esto cuando podría estar haciendo otra cosa?") y arrepentirse por haber elegido mal.
Las elevadas expectativas que presenta una amplia gama de opciones pueden llevar a algunos consumidores a sentir que ninguna experiencia es verdaderamente satisfactoria y a otros a experimentar una parálisis por análisis.
Que más opciones proporcionen una experiencia de consumo inferior y hagan que los clientes potenciales tengan menos probabilidades de completar una compra es una hipótesis conocida como la "paradoja de la elección".
De hecho, los experimentos sobre el comportamiento del consumidor han sugerido que un exceso de opciones puede hacer que los consumidores se sientan mal informados e indecisos al tomar una decisión de compra.
Lo perfecto es enemigo de lo bueno
La idea, particularmente en cuestiones subjetivas, de que existe una solución perfecta a un problema se conoce como "falacia del Nirvana".
En realidad, puede que no exista una solución que esté a la altura de nuestras ideas preconcebidas idealizadas.
Cuando nos alejamos un poco de la decisión que intentamos tomar, normalmente queda claro que, aunque puede haber una mejor opción, también habrá varias buenas opciones con las que estaríamos satisfechos.
La elección de una alternativa que puede no ser la mejor, pero que al menos es lo suficientemente buena, se ha bautizado como "satisfaciente", un acrónimo de "satisfactorio" y "suficiente".
Como dice el proverbio italiano que el escritor y filósofo francés Voltaire registró en su "Diccionario filosófico": "Il meglio è l'inimico del bene" – "lo perfecto es enemigo de lo bueno".