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Trabajar por tiempos prolongados no siempre se traduce en mayor productividad, las pausas también son importantes para mantener un buen nivel de desempeño. Además, de poco sirven las vacaciones si éstas no representan una desconexión real del trabajo.

La primera temporada vacacional del año en México ya llegó. En algunas ciudades esperan una ocupación hotelera superior al 80% durante Semana Santa. Pero más allá de la derrama económica, estos días libres son importantes para la productividad de las empresas, el principal reto es que las personas se desconecten realmente.

De acuerdo con una investigación del The Workforce Institute de UKG, el 20% de las personas en el mundo afirma que el trabajo afecta negativamente su salud mental. Sin embargo, tres cuartas partes no toman todo el tiempo libre que tienen disponible en el año.

“Todos tenemos cierto límite y nos agotamos”, dice Tania Estrada, directora de Beneficios para Empleados de Lockton México. Las vacaciones, explica, son un espacio que permite a los trabajadores reponer energías y retornar motivados, lo que impacta positivamente en el desempeño de las personas.

Según un estudio de Rankmi, los mejores resultados de encuestas de clima organizacional se obtienen en los meses posteriores a períodos de descanso como enero, mayo o agosto.

Ariel Almazán, líder de Workforce Health en Mercer Marsh Beneficios para Latinoamérica y El Caribe, subraya que las vacaciones “nos ayudan a salir de una rutinaria diaria que nos exige un esfuerzo físico y mental, y eso requiere hacer un alto total para renovarnos, recargar esos niveles de energía, de creatividad, concentración y acción. Una persona que no toma vacaciones más temprano que tarde va a presentar una fatiga”.

El descanso tienen un impacto positivo en el desempeño de las personas porque contribuye a un aumento de la motivación, disminuye niveles de estrés, favorece la creatividad al tomarse un respiro de la oficina y mejora la confianza, entre otros factores. De acuerdo con una investigación de Sodexo, por cada 10 horas de vacaciones que toma una persona, su evaluación de desempeño mejora un 8 por ciento.

Los especialistas consultados coinciden que el desafío para capitalizar las vacaciones es la dificultad que tienen los colaboradores tanto para tomar días de descanso como para tener una desconexión real del trabajo mientras están fuera de la empresa.

“La empresas deben fomentar en sus líderes que no está bien no tomar vacaciones y no debería ser bien visto que un empleado no descanse o que durante sus vacaciones no se desconecte. Si un trabajador no se puede desconectar, significa que lo estamos haciendo indispensable y esa carga de trabajo lo puede llevar a desarrollar una enfermedad”, apunta Tania Estrada.

Para Ariel Almazán, la desconexión total del trabajo depende tanto de empresas como de colaboradores. Las compañías deben promover ambientes de trabajos sanos, pero también hay una responsabilidad de autocuidado de los trabajadores.

“Nosotros debemos ser el termómetro más puntual que nos marque la necesidad de tener una pausa o un descanso. No se trata de ser confundir la resiliencia con la resistencia a costa de nuestra salud física y mental. Si detectamos un desgaste, es importante tocar base con los líderes y hacerles ver que necesitamos una pausa. Y los líderes deben ser conscientes de esto, hoy los modelos de liderazgo deben ser más empáticos y humanos”, expone.

Esta dificultad para desconectarse del trabajo fue documentada por Expedia a través de una encuesta que posiciona a México como uno de los países donde más días de vacaciones sin aprovechar tienen los trabajadores. Además de esto, hay malos hábitos que impiden a los empleados desvincularse de las actividades laborales aún cuando se encuentren en días de descanso, algunas de éstos son:

  • Llevar la laptop consigo en las vacaciones
  • Incluir el número telefónico en las respuestas automáticas durante el descanso
  • Conectarse a videolladamas
  • Dedicar las vacaciones a un negocio o actividad laboral alterna

Las vacaciones son para “desconectarte y salir de la rutina”, puntualiza Ariel Almazán. En este sentido, no implica forzosamente viajar, pero sí desvincularse por completo del trabajo. “Si voy a salir de vacaciones es porque estaré absolutamente desconectado de cualquier vinculo laboral, no se vale estar de vacaciones atendiendo correos o llamadas, porque el efecto positivo se reduce”.

Vacaciones laborales y sus beneficios 

Éste es el primer año en el que las personas trabajadoras en México contarán con más días de vacaciones luego de la entrada en vigor de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que duplicó el piso mínimo de días de descanso.

De acuerdo con una encuesta realizada por UKG, algunos de los impactos positivos de las vacaciones son:

Compartir tiempo con seres queridos. Las vacaciones son un tiempo que las personas pueden tomarse para disfrutar en compañía de sus familias, amistades o pareja. Esto es muy valioso para los trabajadores, pues la mayoría de los encuestados indica que la pandemia les hizo darse cuenta de que hay cosas más importantes en la vida que el trabajo (89%).

Reducir el agotamiento. La rutina del trabajo después de semanas ininterrumpidas puede ser abrumadora y las personas empiezan a presentar signos de cansancio y a perder foco en sus actividades. Otros datos revelados por The Workforce Institute muestran que al final de la jornada laboral, 43% de los empleados se sienten “a menudo” o “siempre” agotados y 78% afirma que el estrés repercute negativamente en su rendimiento laboral.

Dosis de automotivación. Salir de la rutina ayuda a despejar la mente y pensar en algo más allá del trabajo. La mente se depura de toda la información que diariamente se genera por el trabajo y da cabida a nuevas ideas. Las vacaciones son esenciales para que los colaboradores puedan hacer una pausa y reiniciar con más energía, por ello es importante programarlas con cierta periodicidad para mantener ese flujo de motivación y descanso.

Mejorar la salud física y mental. Tener unos días fuera de la rutina del trabajo es una ventaja que se ve reflejada directamente en el estado físico y emocional. Éste sin duda es el factor que más se debería tomar en cuenta a la hora de programar las vacaciones, pues al priorizar la salud y dedicarle tiempo, la productividad mejorará considerablemente y facilitará alcanzar los objetivos profesionales y personales que los trabajadores se propongan.

Los especialistas coinciden en que las empresas no sólo deben promover el disfrute de las vacaciones, también la desconexión. Para ello se requiere trabajar en la confianza entre equipos de trabajo, normalizar el descanso, trabajar por objetivos, distribuir adecuadamente las cargas e incluso implementar acciones como limitar el acceso al correo durante esos días.