La «tendencia» en las redes sociales ha llegado al ámbito laboral. La renuncia silenciosa, es un término que ha aumentado su popularidad en los últimos meses y ha tenido su origen en las redes sociales; donde las generaciones más jóvenes, expresan sus desacuerdos sobre políticas y horarios de las jornadas laborales en los centros de empleo de México y el mundo.
¿Qué es la renuncia silenciosa?
El término alude a realizar la cantidad mínima de trabajo para cumplir con los objetivos y requerimientos mínimos por parte del empleador para mantener el empleo.
Esta actitud en sus actividades se caracteriza por hacer lo que le corresponde al colaborador estableciendo límites claros sobre el tiempo y roles, así como las actividades que pueden realizar en el lugar y espacio de trabajo.
El campo laboral le da la bienvenida no solo a una nueva generación de colaboradores, sino también a un nuevo discurso laboral.
La renuncia silenciosa está reemplazando a la «gran renuncia» dentro de las tendencias actuales de la industria del capital humano. A diferencia de la primera mencionada, que en su mayoría es llevada a cabo por Millennials (colaboradores con una edad promedio de 30 años), esta vez la Generación Z (menores de 25 años) ha sido la encargada de poner en la agenda de la industria, el término y una nueva relación laboral con sus patrones.
¿Qué están buscando?
Según la OMS, al menos el 75% de los trabajadores en todo el mundo sufren síntomas de agotamiento. Aunado a esto, los salarios bajos, las pocas prestaciones y la falta de respeto a las jornadas laborales, han incentivado a los colaboradores más jóvenes de las empresas a adoptar este modo de trabajo.
El respeto a los horarios, el equilibrio de la vida personal y la laboral, así como la salud mental son los principales ejes de este fenómeno social y laboral.
Análisis el fenómeno “Renuncia Silenciosa”
Toda
esta «viralidad social» en la web ha llevado a la adopción o rechazo
del término por parte de los frentes involucrados (Empleado y
empleador) pero independientemente de su influencia en los medios, es
pertinente generar un análisis de la situación:
1) Este no es el fin del mundo: El concepto es un poco inquietante porque literalmente no se abandona la actividad o el objetivo de metas requeridas por los diversos roles y posiciones de los colaboradores.
La pregunta obligada ahora es
¿si un colaborador tiene suficientes habilidades de
organización y compromiso con su trabajo, ¿por qué debe ser tachado
o señalado al solicitar se cumplan y respeten sus horarios?
Las viejas prácticas y el “típico” ponte la camiseta han desvirtuado el
tema de la jornada laboral.
2) Redefinir estilos de trabajo y formas de trabajo:
Adaptar nuevos programas y estilos de trabajo no es suficiente. Los planes remotos, híbridos o en la oficina, deben tener reglamentos y procedimientos específicos que permitan a los colaboradores explotar plenamente los formatos y recursos para alcanzar sus objetivos marcados.
Muchas empresas en México y América Latina han adoptado un enfoque poco entusiasta de la digitalización del trabajo, creando y heredando problemas con formatos y estructuras del pasado.
3) Es importante darse cuenta de que no todas las empresas e industrias funcionan y operan de la misma manera.
Los roles, actividades y responsabilidades deben definirse claramente al inicio del proceso de reclutamiento y selección. No todos los puestos y funciones pueden gozar de las comodidades del trabajo remoto o híbrido.
Esto es fundamental en industrias como la de las tecnologías de la información, la seguridad, el comercio minorista, el retail, etc., que requieren operaciones continuas para permanecer operativas.
4) Conocer las leyes laborales de tu país, identificar las reformas, cambios y requisitos necesarios para las nuevas formas de trabajo y aplicarlos correctamente es de suma importancia. Esto, junto con diversas medidas para apoyar y promover su salud física y mental, apoyará la creación de grupos de trabajo saludables que maximicen la productividad, y como se identifican con las empresas con las que trabajan.
5) No tengas miedo a desvincular a un elemento. En muchos casos, los valores y objetivos entre la empresa y sus colaboradores no están alineados o no se dirigen en una misma dirección. Mantener a un elemento que no está de acuerdo con su salario, beneficios u horas, sin importar qué tan bueno sea, no solo lo hará menos productivo, sino que también, afectará el resultado final de todo el grupo de trabajo, la sucursal y la empresa. Este elemento puede representar una amenaza para el funcionamiento general de la operación de la compañía.
La renuncia silenciosa en el mundo real
Cuando el termino de “renuncia silenciosa” salta de las plataformas sociales a la realidad en los espacios de trabajo, nos damos cuenta de que el fenómeno es más un discurso y una moda de redes sociales que una actitud práctica en el día a día.
Según Bloomberg (Empresa especialista en asesoría financiera) esta es la moda más falsa dentro de las tendencias laborales, este ¨quiet quitting¨ en las empresas, conforme a datos reales, lo ven más como fantasías e inconformidades, pero no como planes profesionales reales.
Una reciente encuesta de AXIOS, descubrió que el solo el 15% de los empleados más jóvenes dentro de las organizaciones hace el mínimo. Al contrario la mayoría se esfuerza por un crecimiento profesional.
De acuerdo a los datos de Gallup, de más de dos décadas, el porcentaje de empleados activamente desvinculados ¨ha sido estable” entre el 13% y 20% El porcentaje de empleados comprometidos también se ha mantenido estable, en un 30%.
La alta rotación y los malos ambientes laborales pueden llevar a las empresas actualmente a tener pérdidas no solo económicas, si no además en el rubro de la productividad y la reputación de marca. Actualmente hay evaluaciones preempleo, como las de MIDOT, que permiten conocer a profundidad a los candidatos y descubrir sus tendencias comportamentales a cometer actos ilícitos o inadecuados en los lugares de trabajo.
La correcta contratación y selección de colaboradores, es el primer paso para tener una empresa segura y con un ambiente en el que todos los empleados puedan sentirse cómodos, valorados y respetados.