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Las personas que buscan empleo y viven con una enfermedad crónica se enfrentan a un proceso de selección laboral más difícil y estresante. Lamentablemente, la discriminación por enfermedad en el trabajo aún es moneda corriente, a pesar de que los trabajadores tengan mucho para aportar a la empresa.

Diabetes, problemas cardíacos, cáncer, esclerosis múltiple, lupus… Estas son sólo algunas de las tantas afecciones crónicas que afectan a un tercio de la fuerza laboral en la actualidad. ¿Debes mencionar tu enfermedad en el CV? ¿Cómo puedes conseguir trabajo si tienes una enfermedad crónica? Respondemos estas preguntas a continuación.

¿Qué es una enfermedad crónica?

La Organización Mundial de la Salud explica que las enfermedades crónicas son aquellas de “larga duración y son el resultado de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento”. La entidad hace hincapié en las fuertes repercusiones que estas afecciones tienen a nivel socioeconómico, especialmente porque las personas enfermas ven una reducción drástica de sus ingresos económicos y del acceso al trabajo.

Las enfermedades crónicas más prevalentes en la actualidad son la diabetes tipo II, los problemas cardíacos, la hipertensión, el cáncer, las patologías respiratorias y las renales. Asimismo, los trastornos autoinmunes (esclerosis múltiple, lupus, artritis reumatoide, esclerodermia), la fibromialgia, la infección por VIH, los trastornos músculo-esqueléticos y la epilepsia también afectan permanentemente la salud.

¿Cómo afecta una enfermedad crónica la búsqueda de empleo?

Las enfermedades crónicas afectan la búsqueda de empleo y tienen un impacto negativo en los ingresos económicos de quienes las padecen. Aunque es bien sabido que muchas personas que viven con enfermedades crónicas o discapacidad son muy productivas, la búsqueda de empleo se vuelve una tarea ardua.

Las enfermedades crónicas no son todas iguales, ni tienen la misma severidad, ni se relacionan necesariamente con una discapacidad. Veamos qué sucede desde la perspectiva de los empleadores y la de las personas que buscan empleo. 

En primer lugar, lo que hace que las empresas sean reticentes a contratar empleados con enfermedades crónicas es, por un lado, el tiempo que podrían requerir para exámenes y tratamientos médicos, y, por el otro, las bajas médicas, que implican días en los que el trabajador se ausentará por una agudización de su problema de salud.

Por otra parte, una vez que una persona con una enfermedad crónica es contratada, la empresa tendrá serias dificultades para despedirla si no cumple con sus obligaciones. Recordemos que una enfermedad o discapacidad no exime de cumplir con las tareas mínimas con las que el trabajador se ha comprometido.

Desde la perspectiva del trabajador, el miedo a no conseguir trabajo a causa de la enfermedad crónica, o a ser despedido, es una preocupación constante. Muchas personas que tienen grandes méritos en sus estudios y trayectoria laboral sienten que la enfermedad destruye su vida profesional y que nadie va a querer contratarlos.

Por otro lado, los empleados pueden sufrir dolores, malestares o impedimentos relacionados con la patología que, si bien los condicionan parcialmente, no les quitan sus ganas de trabajar y crecer profesionalmente. Lo que necesitan es de la empatía y comprensión por parte de los empleadores, así como de la adecuación del ritmo, la modalidad o el espacio de trabajo según sus requerimientos.

¿Qué derechos tienen los trabajadores con enfermedades crónicas?

Así como hay pensiones por discapacidad, también existe, como expresa la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el derecho a trabajar y a la inclusión laboral. En muchos países, el Estado se compromete a cubrir un cupo mínimo con empleados que tengan algún problema de salud o discapacidad, mientras que las empresas privadas obtienen beneficios, por ejemplo, una reducción de impuestos, al sumar a su equipo a trabajadores con enfermedades crónicas.

Los derechos laborales de los empleados con enfermedades permanentes comprenden varios aspectos. Primeramente, no están obligados a declarar su situación de salud en la empresa si ya están contratados, ni en la solicitud de empleo si están buscando trabajo.

Asimismo, en caso de que el estado de salud de la persona sea una causa comprobable de despido o no contratación, la empresa será multada severamente. Los trabajadores también cuentan con derechos relacionados con la seguridad social. Esto posibilita que soliciten la baja temporal o permanente, y puedan acceder a una pensión.

¿Cómo abordar el tema de tu enfermedad en la solicitud de trabajo?

Si padeces una enfermedad crónica no estás obligado a comunicarla en tu solicitud de trabajo. Tu privacidad está protegida por la ley y tienes que estar tranquilo en ese sentido. Ahora bien, la mayoría de los especialistas en recursos humanos recomienda hablar del problema de salud con el reclutador o empleador. Veamos por qué.

Existen enfermedades que provocan limitaciones, pero estas no son visibles, por lo que podrías superar el proceso de selección sin que nadie en la empresa se entere. Sin embargo, puede que en algún momento te sientas mal o necesites ir al médico, y que tu capacidad para realizar tareas y cumplir con fechas límites se reduzca. Por ello, es mejor hablarlo con tu empleador de antemano para que lo considere y tú no te sientas presionado sobre tu desempeño en esos momentos.

Supongamos que has decidido comunicar tu enfermedad crónica al reclutador o empleador durante el proceso de solicitud de empleo. ¿Cuál es el mejor momento para hacerlo? Tienes tres oportunidades: el curriculum vitae, la carta de presentación y la entrevista laboral.

Enfermedad crónica en tu curriculum vitae

Si has tenido una brecha de inactividad laboral, es decir, un “vacío” en tu currículum a causa de la enfermedad crónica, sería oportuno que expliques que esta fue la causa del período sin trabajar. Recuerda que no hace falta que especifiques de qué afección se trata ni que des detalles al mencionar tu enfermedad en un CV.

Enfermedad crónica en tu carta de presentación

La carta de presentación no debe centrarse en tu enfermedad crónica, ni mucho menos en sus complicaciones, pero es una buena oportunidad para explicar por qué eres un gran candidato para el puesto, a pesar de tu condición. Enfócate en lo que sí puedes hacer y en lo que has aprendido sobre tu capacidad de superación.

Enfermedad crónica en la entrevista laboral

En la entrevista laboral, el reclutador o responsable de contratación te hará algunas preguntas relacionadas con tu enfermedad y tu estado de salud actual. Te recomendamos que respondas de forma abierta y positiva, pero sin la obligación de aportar detalles o hablar de temas que te incomoden.

Podrías explicarle al entrevistador cómo algunos pequeños cambios en el ritmo, la modalidad o el ambiente de trabajo podrían favorecer tu productividad y desempeño. Por ejemplo, proponer trabajar desde casa (home office) dos veces por semana, o que tu oficina se ubique en algún lugar que no implique subir escaleras.

Conclusión

Muchas personas que buscan empleo y viven con enfermedades crónicas temen no ser contratadas a causa de su estado de salud, es decir, sufrir discriminación laboral. Sin embargo, cada día se respeta y protege más el derecho a la inclusión laboral en casos de enfermedad y discapacidad.

Cuando te postules a un trabajo, resalta tus habilidades, formación y experiencia. Explícale al reclutador cuál es el tiempo que demandan tus exámenes médicos o tratamientos, y si necesitas alguna adaptación para poder cumplir tus funciones. Conseguir trabajo podría mejorar mucho tu calidad de vida y tu autoestima.